Escrito por: María Virginia Schloeter.
¿Es verdaderamente la distancia una barrera para la unión de dos almas?

Era el año 2011, cuando una joven de Segovia llamada Estrella, se encontraba en Valladolid alistándose para ir a la Feria de Málaga, mientras que, a varios kilómetros de distancia estaba Juanfran, un total desconocido para ella en ese entonces, que desde Madrid tenía los mismos planes que Estrella. La vida los juntó, las risas y sonrisas fueron testimonios de la conexión ipsofacta que empezó a haber entre ellos, siendo una total serendipia, es decir, un instante inesperado, valioso y lleno de belleza.
Ocho años más tarde, los enamorados y ahora novios se encontraban en la Ville lumière, en París, la ciudad atravesada por el río Sena los cautivó de manera inmediata; su arte, historia, el inevitable y delicioso aroma de crepes recién hechas, Nutella y café los mantenía despiertos mientras vivían un sueño. Más allá de los preciosos paisajes, el momento era soñado por simplemente estar juntos, tomados de la mano y construyendo recuerdos, porque verdaderamente no es el lugar lo que te llena el alma, es la persona que te acompaña lo que hace que el momento sea especial.
Estrella estaba muy emocionada, quería recorrer toda París y vivir cada minuto al máximo. El frío característico de la temporada decembrina en la ciudad y la ilusión de estar con el amor de su vida recorriendo las calles, le daba energía para no detenerse, sin saber que su novio tenía algo que contarle, algo que cambiaría el rumbo de su historia… Juanfra estaba nervioso, no encontraba el momento perfecto para hablar con ella … hasta que, no soportó más la espera…
Bajo la perspectiva de Estrella el momento fue casi inefable: ‘’Era nuestro penúltimo día en la ciudad cuando fuimos a Disneyland París, todo el parque estaba decorado con lindos adornos navideños, ¡lucía tan bonito! Nos encanta esta época del año y la verdad era como un hermoso cuento… Entrada la noche, justo cuando nos íbamos, Juanfra me detuvo en el árbol principal de Navidad, de repente sacó un anillo… y súper nervioso me preguntó: ¿Estrella, te casarías conmigo?, yo estaba como un flan, no me lo podía creer… La respuesta ya la sabéis, evidentemente fue un SÍ desde el fondo de mi corazón, sí a su amor, sí a permanecer el resto de mi vida a su lado. «

Pensábamos casarnos en septiembre de 2020 pero justo cuando estábamos planificando todo, la pandemia comenzó, razón por la que tuvimos que posponer los preparativos. Guardamos el secreto durante mucho tiempo porque queríamos tener una noticia bonita cuando todos nos pudiéramos ver y finalmente lo pudimos organizar para que fuese el 9 de Julio de 2021.

Elegimos casarnos en Otero de Herreros (Segovia), por un lado porque yo soy segoviana y por otro porque conocimos la finca «La Estación», un lugar único con un encanto diferente y especial que mezcla lo industrial con un estilo romántico muy guay… Seleccionamos una decoración floral con mucho verde, flores silvestres, con colores rosas, malvas y blanco. Me complace decir que la ceremonia fue en la «Ermita de la Virgen de la Adrada», es preciosa, acogedora y con un entorno natural muy bonito con ese paisaje castellano que mezcla los verdes con el amarillo de secano.

Mi vestido fue diseño de Luis Berrendero Madrid, una persona que tiene un gusto innato, a quien conocí porque es el hermano de un amigo. El talento de Luis lo ha llevado a estar en París con los mejores de la alta costura: Dior, Galiano, Balmain, Lanvin, y aquí en España con Carmen March.

Él hizo varios bocetos pero siempre tuve claro que sería un diseño elegante, romántico y con frescura, quería que pudiera transmitir mi estilo. El resultado fue precioso, un vestido de silueta romántica con drapeados en tulle y parte superior de volantes con escote bañera de taffeta, todo él en seda natural, el detalle del lazo en raso otomán de seda duchesse el cual cierra el look y complementé con ondas suaves y un maquillaje muy natural y delicado.

Me parece muy tierno mencionar que mi padre me regaló unos pendientes que los considero muy especiales porque él los diseñó especialmente para mí con todo el amor que un padre puede tenerle a su hija. Decidió que fueran de oro blanco enteros con brillantes y un topacio azul, convertibles en dos, con un dormilón para que pueda usar mis pendientes de boda en cualquier momento, realmente pensó en todo. Llevé el lindo anillo de prometida que me regaló Juanfran y uno de mi abuela y bisabuela de platino y brillantes, son especiales para mí porque van de generación en generación lo cual me parece que es realmente hermoso y tiene un gran significado.

Durante la celebración la pasamos increíble, fue una boda de 110 invitados, debido al covid dejaron de asistir muchas personas pero tenemos claro una cosa, la volveríamos a repetir tal cual, con los mismos invitados y de la misma forma. Verdaderamente celebramos como nunca, todos estábamos felices‘’ asegura Estrella. La historia de Estrella y Juanfra demuestra que cuando dos corazones están destinados a encontrarse, no existe distancia que lo impida. Es importante ser selectivos, no aceptar a cualquier persona, lo ideal siempre será esperar y solo aceptar a la correcta que llena tu alma, y para ese precioso y tierno momento la vida te prepara y te moldea, para que en el instante perfecto llegue quien siempre soñaste, sin importar que se encuentren en ciudades, países o continentes diferentes, así sucede… Pasa el tiempo y va más allá de lo superficial, las almas se reconocen… es un instante sublime en el que miras a los ojos a la persona y piensas: amor, al fin llegaste a mi vida, te he estaba esperando y realmente la espera ha valido la pena… cuando dos almas se encuentran.

Fotografía Sara Lobla
Zapatos Flor de Asoka
Celebración en Finca La Estación