Todo comienza por elegir al diseñador. Este paso sin duda, es el más esperado por todas las novias y es que, la pura verdad: es un momento inolvidable.
Diseño de Navascués
Siempre recomiendo, a menos que lo tengas muy claro, que acudas a todos aquellos diseñadores con los que te sientes más identificada.
La razón, es muy sencilla, seguramente todos serán verdaderos artistas y conseguirán que te encante lo que realicen. Sin embargo, cada diseñador es un mundo, y como en todo, hay pocos que saben “leer” tu personalidad desde el primer momento.
Esto fue lo que sentí yo con Navascués, pura conexión.
Algunas novias me han mandado sus experiencias, contándome maravillas de los bocetos de Diego Estrada, con el que se vieron reflejadas a través de un diseño preparado en pocos minutos mientras está sentado en el sofá de su atelier.
Diseño de Diego Estrada
Otras me han hablado con verdadera pasión de Inés Martín Alcaide, y de sus ideas elegantes, sofisticadas y con personalidad.
Diseño de Inés Martín Alcalde
Las posibilidades son infinitas, hemos mencionado solo tres, pero tenemos historias de Basaldúa, Alejandra Svarc, From Lista with Love, Marta Martí, Isabel Núñez…
En estos ateliers se vive una experiencia auténtica desde el primer día. Te resultará curioso, ya que algunos diseñadores simplemente tienen una reunión contigo. Una primera aproximación en la que te dicen cómo será tu vestido, momento en el cual, sin llegar a tener nada tangible, puedes imaginarte con el vestido en tus manos.
Por otro lado, están aquellos que a través de un dibujo que realizan contigo presente, van dando forma al diseño de tu mente, ¡es asombroso, cómo consiguen plasmar en papel lo que tú no sabes cómo describir! y es más, te aconsejan pequeños detalles que le sentarán fantásticos.
Y después, están aquellos otros que te dejan sin palabras cuando te prueban directamente telas. Telas enrolladas que sobre tu propia piel, van dando forma, con una delicadeza abrumadora, para que tú te veas/imagines, y os podemos asegurar que lo consiguen.
Diseño de Isabel Hervás Couture
Una vez has decidido a tu diseñador, el siguiente paso es elegir la tela, e íntimamente relacionado con el tipo de tela, está el tipo de vestido con el que te sientas identificada, es decir, un vestido sencillo, romántico, clásico, veneciano, de encaje o quizás un vestido con un toque más moderno, como un traje pantalón del estilo que Yves Saint Laurent diseñó para Blanca Jagger.
Desde este momento comienza la magia y las pruebas, que son apasionantes. Hay quien recomienda que vayas sola, o con las personas más íntimas a la prueba de tu vestido, para que el vestido te refleje a ti, lo máximo posible.
En mi caso, yo lo tenía muy claro, tras una vida entera pidiendo la opinión a mis padres y mis dos hermanos en cada ocasión importante, quería vivir ese momento con ellos.
Como veis, cada novia es un mundo, y el mejor consejo en este sentido es que haga lo que ella prefiera y con lo que más cómoda se sienta.
Diseño de Luis Rocamora
En otras ocasiones, me habéis contado cómo la primera vez que os probáis el vestido, no os conseguís ver. Es también entendible, pues como regla general, te probarás el le toile, que se trata de un primer vestido de algodón con la forma que tú querías, pero que no será el definitivo. Sobre este primer vestido se tomarán los cortes, y resolverás dudas, acercas del volumen del vestido, del tipo de mangas o del escote, entre otras muchas decisiones. Sobre este vestido, deja volar la imaginación.
Tras esa primera prueba, lo mejor está por venir, en la siguiente seguro que irás llena de emoción y realmente te vas a sentir muy especial, y esto es porque ves sobre tu piel, esa tela que fue amor a primera vista y que seleccionaste el primer día. Podrás empezar a verte algo más novia y concretar los bordados, encajes o pedrería maravillosa, que quieres incorporarle al vestido.
Que sepáis, que si elegir la tela suele ser una difícil decisión, las incrustaciones que quieras realizarle al vestido, la cinturilla que te gustaría dibujarle o el tipo de mangas, es una tarea compleja. Demasiadas opciones que te van a gustar, y solo una elección posible… Por este motivo, siempre suelen ayudar y facilitar la toma de decisiones, los profesionales.
Diseño de Navascués
Y es que en un vestido de novia, como bien sabes, nada carece de valor. Todo pequeño detalle ha tenido una razón detrás y mucho tiempo de debate entre queridos consejeros (familiares y profesionales), en la que, tras cinco tipos de encajes, dos bordados y multitud de pedrería, se decide, entre emoción y nervios, por uno concreto.
A partir de ahí, los meses vuelan y de pronto te verás con tu vestido hecho y con las lágrimas en tus ojos mirándote al espejo, y sintiendo que se trata de ese vestido que tenías en tu mente. Acto seguido, guardan en una bolsa preciosa con el nombre de ese diseñador que nunca olvidarás.
